El zumo de naranja es malo para el higado

Qué zumo es bueno para el hígado graso

Puede que no le des mucha importancia, pero tu hígado trabaja duro las 24 horas del día para mantenerte en funcionamiento y sano. Pueden surgir varias complicaciones y problemas graves si no se cuida adecuadamente. Algunas de las principales funciones del hígado son digerir los alimentos consumidos y filtrar las toxinas del cuerpo. Tu cuerpo está hecho de las cosas que comes. Debes intentar consumir alimentos que sean buenos para una vida sana y evitar los que puedan dificultar su funcionamiento o hacerle trabajar más.

El café, las frutas y verduras frescas, los copos de avena, el té verde con moderación (1-2 tazas al día), las bayas, los huevos, las nueces y las uvas nutren el hígado y lo hacen saludable. Pero, ¿conoces los alimentos malos para el hígado? Sigue leyendo para saber más sobre estos alimentos.

Está bien consumir una pequeña cantidad de bebida gaseosa de vez en cuando, pero su consumo regular puede empezar a dañar tu hígado y podría llevar al desarrollo de varias complicaciones hepáticas. Además, el consumo excesivo de refrescos también es una de las principales causas de aumento de peso y obesidad en las personas. Y la obesidad puede afectar a tu hígado aumentando la acumulación de grasa en el hígado (hígado graso). Además, los refrescos ofrecen una combinación mortal de azúcar y carbohidratos refinados (también llamados calorías vacías) que son perjudiciales para la salud del hígado.

Qué zumo mata el hígado

Como sabes el hígado es el segundo órgano más grande de tu cuerpo, después de la piel y también es conocido como el maestro de la desintoxicación. Increíblemente, el hígado es el único órgano interno del cuerpo humano que puede recuperarse. Lo que muchos no saben es que, aunque sólo quede un 25% de tejido hepático, el hígado puede recuperarse y volver a crecer hasta alcanzar su tamaño total. Además, puede funcionar de forma similar a como lo hacía antes después de su recrecimiento.

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Hay muchas maneras de mantener el hígado sano, como por ejemplo: beber alcohol en cierta medida o dejar de beber por completo, añadir alimentos saludables a la dieta, hacer ejercicio regularmente, vigilar el consumo de medicamentos, prevenir la hepatitis viral y desintoxicar el hígado.

Se dice que el berro ayuda a la filtración de la sangre y a la orientación de los líquidos naturales, además de disminuir el peligro de inflamación. Este refresco purificador se prescribe regularmente a los pacientes con hepatitis.

La remolacha es una raíz innovadora que contiene antioxidantes y compuestos purificadores de la sangre. Y no sólo eso, también se sabe que actúa en la eliminación de metales pesados y que protege al organismo del cáncer de hígado y otras enfermedades crónicas.

El zumo de naranja es bueno para la cirrosis hepática

El exceso de alimentos dulces, como los refrescos y los zumos de fruta azucarados, puede ser tan perjudicial para el hígado como el alcohol. Un grupo ha informado en la revista The Journal of Nutrition de que las personas que consumen más fuentes dietéticas de azúcares, como los refrescos y los alimentos azucarados, tienen un alto riesgo de padecer la enfermedad del hígado graso, la misma que puede afectar a los bebedores habituales y a los alcohólicos [1].

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Se ha sugerido que la razón por la que el azúcar perjudica al hígado es que alimenta a las “bacterias malas” de nuestro sistema digestivo, provocando un crecimiento excesivo. Estas “bacterias malas” producen entonces toxinas que entran en el torrente sanguíneo y dañan el hígado [2].

La enfermedad del hígado graso es común en la población general y a menudo no se diagnostica. El hígado graso puede evolucionar hacia la cirrosis y está asociado al cáncer de hígado. Mantener un peso corporal saludable, acudir a un control periódico de la diabetes y evitar los azúcares añadidos en los alimentos procesados, como refrescos, zumos de frutas, productos de bollería, cereales y dulces, así como limitar el consumo de alcohol, son medidas importantes para reducir el riesgo de hígado graso.

La naranja es buena para el hígado graso

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es uno de los problemas de salud pública más comunes en todo el mundo. Las naranjas son la fruta más consumida en el mundo. Es cierto que los flavonoides de las naranjas actúan como antioxidantes y mejoran la esteatosis hepática. Sin embargo, las naranjas también son ricas en fructosa, que es un factor de riesgo en el progreso de la NAFLD. Por lo tanto, nuestra hipótesis es que el consumo de naranjas puede ser un arma de doble filo en el desarrollo de la NAFLD. Por lo que sabemos, actualmente hay pocas pruebas del efecto de la ingesta de naranja en la dieta sobre la HGNA. El objetivo de este estudio fue investigar la relación entre la ingesta de naranja y el HGNA en una población adulta general.

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Reclutamos aleatoriamente a 27.214 adultos en el estudio de cohorte sobre inflamación sistémica crónica de bajo grado y salud de Tianjin. La HGNA se diagnosticó mediante ultrasonografía hepática. La ingesta de naranja cruda se evaluó mediante un cuestionario validado de frecuencia alimentaria autoadministrado. Se utilizó un análisis de regresión logística múltiple para evaluar la asociación entre la ingesta de naranja y la prevalencia de HGNA.

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